El presidente de la Caja de Jubilaciones, Gastón Bagnat, admitió que en los últimos meses se notó un incremento en el nivel de endeudamiento de los jubilados. “En general, sí, lo que vemos es que aumentó mucho la oferta de crédito, aumentaron mucho los montos y la cantidad de préstamos y nosotros lo percibimos principalmente en las retenciones. No es que se hayan creado nuevos códigos de descuento, sino que son los mismos de siempre. En mi gestión, yo no autorizo códigos de descuento”, señaló.
“Respecto de los préstamos -abundó Bagnat-, fuimos muy estrictos en cuanto a respetar qué porcentaje del sueldo está disponible para los créditos, hemos subido mucho lo que es el haber mínimo inembargable para proteger estas situaciones. Si bien ahora las tasas de interés son más bajas, nosotros arrancamos en enero del 2024 con unas paritarias y una inflación que anualizada era del 200 por ciento, así que la variación que había entre un mes y otro de las cuotas, los intereses y todo era altísimo y ahí es donde se sentía mucho más en proporción al sueldo que cobraban los jubilados”.
El titular de la Caja fue claro: “Lo que tengo para decir es sí, que se percibe un aumento de los últimos cuatro o cinco meses muy importante, casi duplicando en algunos casos hasta triplicando los montos en cuanto al endeudamiento. Nosotros actuamos sosteniendo los límites de inembargabilidad de los haberes”.
-¿Cuál es el límite que impone la Caja para los embargos?
-Tiene un 40 por ciento de disponibilidad del monto inembargable. Hasta ese monto uno le puede descontar. Eso es lo que fija la ley. De ese 40 por ciento tienen que descontarse todos. Eso es algo que el sistema financiero tendría que armonizar un poco más y tener una base unificada y que los préstamos se den en función de un disponible en común. Pasa que muchas veces los conflictos surgen cuando uno tiene que darle prioridad a la antigüedad, digamos: cuando entran nuevos descuentos en el haber jubilatorio, y al exceder la sumatoria del 40 por ciento tienen que descontar menos monto. Pero bueno, también hay otros descuentos que se le hace al jubilado como la obra social. Entonces, uno tiene que cuidar que tengan un mínimo de cuotas alimenticias, salarios y todo lo que tiene también prioridad. Esas cuotas alimenticias tienen prioridad, por ejemplo. O sea, primero se descuenta la cuota alimenticia y después si sobra se descuentan los créditos.
De todos modos, el funcionario planteó que “no es nuestro tema, no nos metemos. O sea, la persona va y saca un crédito en un tercero que, bueno, por esas cuestiones de la administración y de la política argentina, se autorizaron en su momento los códigos de descuento”.