En un comunicado de prensa, los intendentes se solidarizaron con la intendenta de Paraná, Rosario Romero, y todo su equipo de trabajo y pidieron “urgente intervención a la Justicia provincial, para que estos actos no vuelvan a producirse”.
En ese marco, apuntaron que entienden que la crisis económica actual genera mayor pobreza, “pero eso no justifica la violencia y la falta de un diálogo responsable” y pidieron al Poder Judicial “que actúe con celeridad para sancionar a los violentos que ponen en riesgo el orden y la estabilidad social de toda la comunidad”.
Asimismo, solicitaron a todas las fuerzas políticas “que rechacen estos actos que atentan contra la democracia y la institucionalidad”.
Ningún reclamo, por justo que sea, “puede llevarse adelante mediante el avasallamiento de las instituciones democráticas y la vulneración de las facultades de las autoridades electas”, apuntaron y agregaron: “Por eso exigimos a los dirigentes gremiales que encaminen sus pedidos a través del diálogo como también a todo el arco político de la provincia que repudie estos acontecimientos que no pueden volver a repetirse”.