La Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER) imprimió el nuevo Impuesto Inmobiliario que se compone por: impuestos; un nuevo aporte del 20 por ciento del Fondo Mantenimiento Edilicio Edificios Escolares; descuento por pago Anual, que no es el 15 por ciento, es menor al diez por ciento; descuento de ‘buen pagador’, que sería la sumatoria del Primer Ítem y segundo que es un diez por ciento; el ultimo el denominado ‘beneficio por tope’, que surge a raíz del incremento del valor básico y el coeficiente de ajuste.
Más allá de las promesas del Director Ejecutivo de la ATER, Jesús Korell, de no aumentar impuestos por sobre la inflación a los senadores cuando defendió la nueva Tributaria, la realidad contrasta con lo enunciado en la sala de comisiones, ya que el aumento es de hasta el 220 por ciento, que sobrepasa cualquier realidad que los entrerrianos puedan soportar.
ATER, una olla a presión
La emisión del nuevo inmobiliario, expuso el fuerte y malestar que hay en los trabajadores quienes aprobaron una movilización para la semana próxima.
La situación en el organismo es complicada, ya que los trabajadores manifestaron su disconformidad por “la desprolijidad, incompetencia y malos tratos ante la emisión del Impuesto Inmobiliario, que salió a duras pena con un Decreto ‘tirado de los pelos’ a última hora cuando culminaba el horario laboral del sector”, comentó una fuente a SP.
En ese marco, señaló que “los trabajadores del lugar viven un constante malestar y todavía no comprenden cómo Korell sigue al frente de ATER y cómo el ministro de Economía lo sigue bancando”, ya que “a cobro indebido del Fondo a la Seguridad Social por el período fiscal 2024 se suma que el funcionario ubicó a familiares y amigos en cargos claves de la administración, lo que aumentó la tensión”.
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Hermes