Preocupa al gobierno la baja en la recaudación de los impuestos automotor e inmobiliario, por lo que la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER) implementó una moratoria con beneficios extraordinarios. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, las metas establecidas por el ministro de Hacienda y Finanzas de Entre Ríos, Fabián Boleas, no están siendo cumplidas, lo que llevó a la extensión de la prórroga.
A eso se suma la situación que se generó con la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), que provocó que 35.000 autos transferidos no se hayan migrado al sistema de la ATER. Como resultado, los avisos electrónicos de vencimiento no llegan a los contribuyentes, quienes, al no estar informados, no pueden cumplir con sus obligaciones fiscales.
La caída de la recaudación superó los 10 mil millones de pesos, una cifra alarmante que refleja la gravedad de la situación.
Los números, generaron críticas a las medidas implementadas por la gestión del director ejecutivo de la ATER, Jesús Korell, a quien también le cuestionan sus viajes a Buenos Aires dos veces por semana en un vehículo con chofer exclusivo y adquisición de muebles modernos para su oficina.