El ex interventor del Instituto de Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (Iosper), ahora vicepresidente y director en representación del Poder Ejecutivo en la Obra Social de Entre Ríos (Oser), Ricardo García, desestimó los reclamos de los afiliados ante el corte de prestaciones y utilizó una analogía doméstica para justificar el ajuste: “Esto es como una familia, si el padre es un irresponsable que explota la tarjeta de crédito, empieza a pagar el mínimo, saca otra tarjeta de crédito, ya no le dan más tarjetas, después se mete con una financiera o un usurero, mientras la familia vivía en Disney y tenían todos los beneficios, pero económicamente era inviable. En la obra social pasaba lo mismo, acá había afiliados que recibían prestaciones que no corresponden, y por supuesto, que el afiliado se enoja cuando uno se lo plantea”.
Además, confirmó que no solo recortarán derechos, sino que también cerrarán “sedes que son innecesarias” y suprimirán “la compra de resmas de papel, que quizás son cosas pequeñas y no mueven el amperímetro económico de la obra social, pero que implican un cambio cultural”.
Por otro lado, fustigó a los prestadores: “Hay una idea de que la obra social tiene que ser el sostén económico de algunas empresas o entidades, o de algunas clínicas y sanatorios, y la realidad es que nosotros no tenemos que ser sostén económico de nadie”.