

A casi dos meses de la creación de la Obra Social de Entre Ríos (Oser), tras la disolución del Instituto de Obra Social de la Provincia (Iosper), el sistema aún atraviesa una etapa crítica. Los problemas estructurales se mantienen y, en algunos casos, se han profundizado: demoras en la entrega de medicamentos, fallas en el sistema interno, recortes de personal y de recursos materiales, y una creciente sobrecarga administrativa.
Uno de los puntos más conflictivos sigue siendo el acceso a medicamentos, especialmente aquellos de alto costo. Según señalaron fuentes internas de la obra social, “se mantienen las demoras, tanto en la autorización como en la validación de recetas por parte de las farmacias”. Para los medicamentos crónicos, se han introducido nuevas limitaciones en la frecuencia de presentación de recetas: algunos pueden presentarse cada 25 días, y los de alto costo cada 30. Esto complica el circuito de entrega.
“Para los oncológicos o para HIV, por ejemplo, el afiliado presenta el pedido en farmacia, desde allí se solicita a la droguería, y ese trámite puede demorar semanas. El problema es que el sistema no toma la fecha de solicitud, sino la de recepción del medicamento. Entonces, si se aprueba con retraso, en el siguiente mes el sistema no permite volver a pedirlo en tiempo y forma, generando una cadena de demoras cada vez mayor”, explicaron.
En la delegación de Oser en Gualeguaychú, los reclamos se multiplican. “Estamos sobrecargados de reclamos, principalmente por el tema de medicamentos. Este nuevo sistema no es dinámico y está generando demoras que antes no eran habituales”, aseguró un trabajador, desde Paraná, que pidió mantener su identidad en reserva. “Se retiraron impresoras de las delegaciones, quedaron solo multifunciones, lo que enlentece todo el trabajo administrativo”, se quejó.
La atención a los pacientes diabéticos también está en el centro de los reclamos. Una afiliada relató su experiencia: “Nos hacen presentar la receta médica en la farmacia, que luego hace el pedido a la droguería. A mí me ha pasado dos veces que tardaron semanas en mandarlo”
La situación se agravó con la reducción de personal. La sede local perdió a uno de los dos auditores médicos con los que contaba, generando un cuello de botella en la atención.
En el plano financiero, los atrasos en los pagos a proveedores también impactan en el funcionamiento diario. Desde Paraná informaron que “se ha comenzado a pagar a algunos proveedores, pero otros siguen esperando”. Esto incluye servicios básicos como artículos de limpieza y de librería, y el pago al personal tercerizado. También se abonaron algunos de los meses adeudados al propietario del edificio donde funciona la obra social en Gualeguaychú, y se mantienen conversaciones con la Policía por los adicionales impagos.
Respecto de las prestaciones médicas, la incertidumbre es la norma. Si bien se alcanzó un acuerdo con la Federación Médica de Entre Ríos (Femer), otros convenios están atrasados, como los de algunos traumatólogos y oftalmólogos. “La situación es muy diversa, depende de cada profesional”, indicaron desde Gualeguaychú. “Algunos médicos aceptan órdenes, otros no; algunos cobran plus, otros no. Convivimos con esta falta de certezas”.
“Estamos en un cambio de sistema, pero hay muchas cosas que todavía no se han mejorado. Esperamos que estos problemas se resuelvan pronto, por el bien de los afiliados y del personal que también está haciendo un esfuerzo enorme”, concluyó una de las fuentes consultadas.
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