

El Ejecutivo entrerriano logró contener al magisterio y ahora busca cerrar filas con la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) y con la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), con propuestas que contemplan aumentos en función del IPC y con actualización de la base de cálculo.
Desde los gremios de estatales se toma como ejemplo el acuerdo con los docentes, sin embargo, el pacto rubricado por la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER) y la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) no cayó bien en las bases, ya que la inflación oficial está subestimada.
En efecto, el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC) utiliza como insumo para estimar la ponderación del consumo de la población una encuesta de gastos realizada en 2004-2005 y que fue actualizada en diciembre de 2015, datos no sólo “viejos”, pues pasaron diez años de su actualización y 20 años de la elaboración de la encuesta, sino que, además, no reflejan los aumentos de los precios de, por ejemplo, los servicios públicos y transporte.
Precisamente, desde las bases advierten que la inflación es más elevada de lo que dice el INDEC y su impacto en los salarios y el consumo es mucho más alto de lo que presume Javier Milei o los gobernadores como Frigerio. Así la caída del salario de los trabajadores es aún mayor de lo que indica el INDEC y su recuperación resulta mucho más lenta.
En ese marco, Frigerio pacta con los sindicatos acuerdos a la baja que buscan garantizar un año sin conflicto, donde se medirá su gestión en las elecciones de medio término.
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